Seguir pensando que el mal es ajeno a nosotros, y que sus consecuencias están frente a nosotros es tal vez un error puesto que no podemos estar ajenos a tales males y Safranski nos da un muy buen punto de vista acerca de su origen y el por qué del mal.
Ahora bien ¿el mal es algo propio del humano? Es una respuesta muy difícil de responder y de rastrear en su origen ya que al hablar de un origen nos tenemos que remontar a los primeros escritos del hombre ya sea la biblia, códices prehispánicos, leyendas y mitos.
En ellos encontramos que el origen del mal es el propio conocimiento, el hombre con él se convierte en casi Dios y es eso a lo que le temen los dioses que recelan del hombre. Es de precisar que el hombre ha convertido al mal en un nombre para lo amenazador ya que al negársele algo, éste busca a costa de cualquier cosa diluir ese impedimento. Los dioses al ver al humano con conocimiento tal vez se arrepentía de su propia creación, entonces me pregunto ¿Es que acaso Dios es perfecto y hace perfectamente sus creaciones? Es posible que el hombre sea un dolor de cabeza para Dios.
Ahora bien, Safranski comenta que Hegel interpreta este mal como una “Historia de Éxitos” y entonces nos damos cuenta de que el hombre hace también algo útil con este mal, ahora busca una libertad a la que es preciso decir surge de la negación del conocimiento del concepto del bien y del mal, en palabras de Safranski: “El conocimiento sana la herida que él mismo es”
Quizá hoy el conocimiento más bien sea una búsqueda por el placer de sentir o de buscar un sentido: “El placer es un refugio” ante la muerte, puesto que somos insignificantes ante esta, ahora buscamos una forma en la que se le permita al hombre dejar de tener miedo.
Es posible que si el conocimiento del bien y del mal, nos lleva a tener una vida llena de anhelos y esperanzas que no nos llevarán ni conducirán a ningún fin, estamos aterrados ante esta verdad, vamos a morir y es posible que no quede ni rastro de lo que somos o decimos, entonces ¿Por qué o para qué tener miedo?
Somos seres razonables, jugando a pensar que el universo entero ha sido creado para nosotros, somos ignorantes del origen y de nuestro futuro con excepción de la misma muerte, así que lo único que tenemos es el instante mismo…
Ahora bien ¿el mal es algo propio del humano? Es una respuesta muy difícil de responder y de rastrear en su origen ya que al hablar de un origen nos tenemos que remontar a los primeros escritos del hombre ya sea la biblia, códices prehispánicos, leyendas y mitos.
En ellos encontramos que el origen del mal es el propio conocimiento, el hombre con él se convierte en casi Dios y es eso a lo que le temen los dioses que recelan del hombre. Es de precisar que el hombre ha convertido al mal en un nombre para lo amenazador ya que al negársele algo, éste busca a costa de cualquier cosa diluir ese impedimento. Los dioses al ver al humano con conocimiento tal vez se arrepentía de su propia creación, entonces me pregunto ¿Es que acaso Dios es perfecto y hace perfectamente sus creaciones? Es posible que el hombre sea un dolor de cabeza para Dios.
Ahora bien, Safranski comenta que Hegel interpreta este mal como una “Historia de Éxitos” y entonces nos damos cuenta de que el hombre hace también algo útil con este mal, ahora busca una libertad a la que es preciso decir surge de la negación del conocimiento del concepto del bien y del mal, en palabras de Safranski: “El conocimiento sana la herida que él mismo es”
Quizá hoy el conocimiento más bien sea una búsqueda por el placer de sentir o de buscar un sentido: “El placer es un refugio” ante la muerte, puesto que somos insignificantes ante esta, ahora buscamos una forma en la que se le permita al hombre dejar de tener miedo.
Es posible que si el conocimiento del bien y del mal, nos lleva a tener una vida llena de anhelos y esperanzas que no nos llevarán ni conducirán a ningún fin, estamos aterrados ante esta verdad, vamos a morir y es posible que no quede ni rastro de lo que somos o decimos, entonces ¿Por qué o para qué tener miedo?
Somos seres razonables, jugando a pensar que el universo entero ha sido creado para nosotros, somos ignorantes del origen y de nuestro futuro con excepción de la misma muerte, así que lo único que tenemos es el instante mismo…
¿Estás dispuesto a vivirlo?
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